Por Joan Alsina Ferrando – Equipo terapeútico del Método VICON
Para entender la metodología ABA es necesario conocer los protocolos indispensables para el desarrollo efectivo de este modelo de intervención.
Conocidos y contrastados a través de décadas1 de investigación rigurosa.
A continuación os acercamos y describimos de forma breve los cuatro pilares del protocolo ABA para su mejor conocimiento:
- Análisis Aplicado del Comportamiento: Basar la intervención en los principios básicos del análisis de la conducta.
- Alto nivel de intensidad a la semana: Un promedio de 20 a 40 horas de intervención por semana.
- Formación a padres y entorno inmediato: Para poder aplicar las pautas y generalizar su efectividad en una estructura “24/7” (24 horas, 7 días a la semana).
- Supervisión Frecuente y toma de decisiones basadas en datos: Supervisión altamente cualificada, así como el registro de datos y toma de decisiones basadas en la comparativa de datos.
Paralelamente, las intervenciones ABA deben sustentarse en siete variables para lograr mejores resultados desde su inicio, siendo estos:
- Inicio temprano: El diagnóstico e inicio de intervención debe realizarse en edades cuanto más tempranas sea posible.
- Programa intensivo: Los estudios han demostrado y replicado que se requieren un mínimo de 20 horas y un máximo de 40 horas semanales.
- Entrenamiento a padres: La formación del entorno familiar, así como otras figuras cercanas es imprescindible para mantener y acelerar el logro de habilidades.
- Individualizado: Cada intervención debe adaptarse a cada persona, desde su inicio (Evaluación inicial), así como durante su desarrollo (Evaluaciones periódicas).
- Abordaje conductualmente dinámico: Los procedimientos deben adaptarse periódicamente a partir de los datos registrados.
- Globalidad: La intervención debe ser global y abarcar las diferentes áreas del desarrollo.
- Escolarización: Aspecto indispensable siempre que las habilidades prerrequisitas para ello estén desarrolladas.
En todo caso, desarrollar y mantener estas variables a lo largo de la intervención requerirá de un equipo terapéutico (de entre 2 a 4 terapeutas) que deberá recibir una formación contínua, tanto teórica como práctica. Para, de esta manera, lograr adaptarse a cada momento a la evolución de la intervención. Así como también una coordinación diaria entre sus integrantes para llevar a cabo los objetivos marcados, tanto a corto, medio y largo plazo. frutos de una evaluación inicial y funcional, realizada antes, durante y al finalizar la intervención.
Podéis ver el artículo anterior también que habla sobre la Metodología ABA de Joan, aquí.
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