Protocolos y principales variables para el desarrollo de la intervención ABA.

Por Joan Alsina Ferrando – Equipo terapeútico del Método VICON

Para entender la metodología ABA es necesario conocer los protocolos indispensables para el desarrollo efectivo de este modelo de intervención. 

Conocidos y contrastados a través de décadas1 de investigación rigurosa.

A continuación os acercamos y describimos de forma breve los cuatro pilares del protocolo ABA para su mejor conocimiento:

  1. Análisis Aplicado del Comportamiento: Basar la intervención en los principios básicos del análisis de la conducta.
  2. Alto nivel de intensidad a la semana: Un promedio de 20 a 40 horas de intervención por semana.
  3. Formación a padres y entorno inmediato: Para poder aplicar las pautas y generalizar su efectividad en una estructura “24/7” (24 horas, 7 días a la semana).
  4. Supervisión Frecuente y toma de decisiones basadas en datos: Supervisión altamente cualificada, así como el registro de datos y toma de decisiones basadas en la comparativa de datos.

Paralelamente, las intervenciones ABA deben sustentarse en siete variables para lograr mejores resultados desde su inicio, siendo estos:

  1. Inicio temprano: El diagnóstico e inicio de intervención debe realizarse en edades cuanto más tempranas sea posible.
  2. Programa intensivo: Los estudios han demostrado y replicado que se requieren un mínimo de 20 horas y un máximo de 40 horas semanales.
  3. Entrenamiento a padres: La formación del entorno familiar, así como otras figuras cercanas es imprescindible para mantener y acelerar el logro de habilidades.
  4. Individualizado: Cada intervención debe adaptarse a cada persona, desde su inicio (Evaluación inicial), así como durante su desarrollo (Evaluaciones periódicas).
  5. Abordaje conductualmente dinámico: Los procedimientos deben adaptarse periódicamente a partir de los datos registrados.
  6. Globalidad: La intervención debe ser global y abarcar las diferentes áreas del desarrollo.
  7. Escolarización: Aspecto indispensable siempre que las habilidades prerrequisitas para ello estén desarrolladas.

En todo caso, desarrollar y mantener estas variables a lo largo de la intervención requerirá de un equipo terapéutico (de entre 2 a 4 terapeutas) que deberá recibir una formación contínua, tanto teórica como práctica. Para, de esta manera, lograr adaptarse a cada momento a la evolución de la intervención. Así como también una coordinación diaria entre sus integrantes para llevar a cabo los objetivos marcados, tanto a corto, medio y largo plazo. frutos de una evaluación inicial y funcional, realizada antes, durante y al finalizar la intervención.

Podéis ver el artículo anterior también que habla sobre la Metodología ABA de Joan, aquí.

Además, os invitamos a que nos sigáis por nuestras redes sociales para estar informados de todas las novedades del Método, tanto en Facebook como Instagram.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *